La caída global de AWS y lo que nos enseña
Durante más de una hora, muchos usuarios experimentaron lentitud, errores de conexión o interrupciones totales en sus aplicaciones. AWS informó que la causa principal fue una falla en sus sistemas de red y balanceo de carga, afectando la conectividad entre instancias y servicios clave como EC2, RDS y CloudFront.
INTELECTA TECH
10/20/20252 min read


En la mañana del 20 de octubre de 2025, Amazon Web Services (AWS) —el proveedor de infraestructura en la nube más grande del mundo— sufrió una caída masiva que afectó a millones de usuarios y empresas a nivel global.
El incidente, originado en la región US-East-1 (Virginia del Norte), impactó a plataformas tan diversas como ChatGPT, Alexa, Disney+, Slack y varios sistemas corporativos que dependen de los servicios de Amazon.
Durante más de una hora, muchos usuarios experimentaron lentitud, errores de conexión o interrupciones totales en sus aplicaciones. AWS informó que la causa principal fue una falla en sus sistemas de red y balanceo de carga, afectando la conectividad entre instancias y servicios clave como EC2, RDS y CloudFront.
🔍 ¿Por qué esto importa para las empresas?
Este tipo de incidentes no son comunes, pero cuando ocurren, ponen a prueba la resiliencia tecnológica y operativa de las organizaciones. En Latinoamérica, muchas empresas han apostado fuertemente por la nube como motor de innovación —pero a veces olvidamos que la nube también puede fallar.
Aunque AWS restableció sus servicios en pocas horas, el impacto fue suficiente para que varias compañías reconsideren la forma en que distribuyen su infraestructura y cómo garantizan la continuidad del negocio ante una interrupción global.
⚙️ Tres lecciones que deja esta caída
No basta con estar en la nube: hay que diseñar para la resiliencia.
La nube no es sinónimo de disponibilidad garantizada. Diseñar arquitecturas multiregión o multicloud(distribuyendo cargas entre proveedores como AWS, Azure o Google Cloud) puede reducir los tiempos de inactividad.
Los planes de recuperación deben probarse, no solo existir.
Un Plan de Recuperación ante Desastres (DRP) es efectivo solo si se valida regularmente. Los equipos deben realizar simulacros y auditorías para asegurar que las copias de respaldo, automatizaciones y failovers realmente funcionen cuando más se necesitan.
La comunicación también es parte del control del daño.
En situaciones de interrupción, informar rápidamente a los usuarios y clientes —con transparencia y precisión— puede marcar la diferencia entre una molestia temporal y una crisis reputacional.
💡 En Intelecta creemos que…
Cada incidente global como este refuerza una verdad simple: la continuidad del negocio depende tanto de la tecnología como de la preparación.
Por eso, acompañamos a las empresas en el diseño de arquitecturas seguras y alineadas con las mejores prácticas de resiliencia en la nube.
La nube seguirá siendo el núcleo de la transformación digital, pero los líderes de TI deben asegurarse de que esa nube sea también segura, distribuida y preparada para lo inesperado.
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